
Adolescentes
Avanzada la infancia, el desarrollo evolutivo empuja hacia una etapa turbulenta. Y con el crecimiento los impulsos abren el un trayecto, primero hacia la pubertad, luego hacia la adolescencia; etapas que serán un puente intenso hacia la adultez. Pero antes, se deberán superar obstáculos, transitar crisis, fortalecerse mediante la resolución de problemas que conllevan dolores, identificarse y adquirir autonomía y responsabilidad.
Todo esto a veces tiene costos afectivos que no son fáciles de tramitar. El adolescente… adolece. Los adultos, que suelen idealizar esta etapa, porque no se conectan con sus propias vivencias, pueden no percatarse del sufrimiento y terminan viendo a sus hijos «vagos, sucios, mal educados, dejados, insoportables, desconsiderados…» Y al no detenerse para observar su vulnerabilidad, muchos adolescentes se alejan de las óptimas oportunidades que les brindan sus adultos referentes y comienzan a andar caminos, en búsqueda de algo que los alivie y los contenga. Y así presentan múltiples síntomas que en los buenos casos llegan a mi consulta, alejados de sus padres, expuestos a situaciones riesgosas por pertenencias a grupos, o lugares peligrosos, ausencias del hogar en las que preocupa su incomunicación con la familia, tendencia a anestesiarse mediante el consumo de alcohol, marihuana u otras sustancias que drogan; presentando «fracasos» escolares, aislados de sus pares, que son tan importantes en esta etapa. Los papás los desconocen y en lugar de acercarse, puede que estas actitudes les provoquen rechazo y alejamiento.
- Problemas de aprendizaje o bajo rendimiento escolar.
- Dificultades para integrarse con sus pares. Conflictos con sus compañeros. Persecución. Bulling.
- Rebeldía y falta de comunicación con su familia.
- Problemas de conducta.
- Riesgos por comportamientos delictivos.
- Sufrimiento por relaciones amorosas.
- Confusiones de género.
- Consume de alcohol, drogas.
- Sentimiento de incomprensión por parte de los adultos que conllevo huida.
- Enfermedades somáticas a repetición o graves.
Estas y otras cuestiones específicas, son los motivos de consulta que se exponen en la primera entrevista, a veces solicitada por los mismos adolescentes, que piden a sus padres ayuda (y en buena hora) para transitar y buscar una puerta de salida, alguien, profesionalmente capacitado, que pueda escucharlos sin juzgarlos y les ayude a resignificar sus conflictos.