Los conflictos psíquicos no quedan en cuarentena en ninguna etapa de la vida. Muchos niños estaban realizando, al momento de declararse los riesgos de la pandemia y al prohibirnos el contacto, sus tratamientos por múltiples síntomas o manifestaciones: problemas de conducta, dificultades para relacionarse, inhibiciones, conflictos familiares, enuresis o encopresis, problemas de aprendizaje, dispersión, temores, …
